Cada semana el barrio chino de Belgrano convoca a miles de personas que pasean por sus escasas cuadras en busca de algo distinto de lo que se encuentra en todos lados. Sobre todo a la hora de comer.
Arrinconado entre las calles Blanco Encalada, Arribeños, Liberador y Juramento, el barrio vende productos orientales occidentalizados, una buena forma de hacer más amigable el acercamiento de una cultura tan distinta a la nuestra.
Entre todos los locales que hay, en los que se vende ropa autóctona china, masajeadores, utensillos de cocina y adornos orientales para la casa, los supermercados son la principal atracción. Sobre Arribeños, la calle estrella del barrio, se puede observar más de uno por cuadra. “A la hora de comprar, el pescado y el cerdo son los favoritos”, dice Diana Chen, una taiwanesas que realiza visitas guiadas por el barrio con un enfoque gastronómico. No solo se llevan la clásica merluza y el salmón rosado, sino que también se aprovechan todos los mariscos, incluso cangrejos.
Además, estos supermercados ofrecen una gran variedad de alimentos naturales y orgánicos, como semillas, hongos, cereales y especias. “ Casa China es el lugar indicado para este tipo de productos", cuenta Chen, y afirma que muchos porteños aprovechan que todavía se encuentran marcas importadas en las góndolas.

Además, estos supermercados ofrecen una gran variedad de alimentos naturales y orgánicos, como semillas, hongos, cereales y especias. “ Casa China es el lugar indicado para este tipo de productos", cuenta Chen, y afirma que muchos porteños aprovechan que todavía se encuentran marcas importadas en las góndolas.
Los pequeños negocios con ventanillas a la calle que venden “brochettes” de todo tipo son otra curiosidad del barrio. Por aproximadamente $15 se puede conseguir tempura de maricos y verdura, de merluza, de langostinos fritos, buñuelos de ostras y albóndigas de lenguado. A simple vista puede pensarse que nadie se anima a probar estos platos, sin embargo se forman largas colas para hacer su pedido.
Por supuesto los restaurantes de comida china no faltan en estas calles. La gran mayoría presentan los típicos platos chinos elegidos por los argentinos (chop suey, Chow fan, Chow mien) pero también algunos más osados para los que se animan a probar algo diferente: pato laqueado y cerdo al bambú, por ejemplo. Los valores varían en cada local. Se puede comer por 40 pesos por persona o por más de 120.
“El barrio cada día tiene más ofertas de comidas y productos de diferentes culturas. Es un paseo diferente y una manera de hacer miniturismo por la ciudad.”, sostiene Chen.
A modo de recomendación: si quieren aprovechar más del paseo y no chocarse con los demás en los negocios, es mejor ir por la mañana, y mejor aún si es un sábado.
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