Gardel Tango Buenos Aires

Una de las cosas que más caracteriza a Buenas Aires es su música y la atracción que provoca en los turistas. Carlos Gardel es el ícono del tango y el museo que lleva su nombre lo recuerda hasta en el más mínimo detalle. El Museo Casa Carlos Gardel está ubicado en Jean Jaures al 735, barrio del Abasto, y rememora al Zorzal de Buenos Aires en un recorrido libre y gratuito para todo aquel que quiera conocer la historia del dueño de la voz más significativa que nos dio el género.
La antigua casa del tanguero, donde vivió con su madre hasta 1933, fue recuperada casi en su totalidad. Las remodelaciones edilicias permitieron conservar varios sectores tal cual se encontraban originalmente. El Museo es la mejor forma de mantener vivo al ídolo: al entrar al lugar su voz y sus canciones se escuchan permanentemente. Los discos, fotos, manuscritos, entre otros objetos que pertenecieron al cantante le dan sentido a los ambientes y te transportan al pasado.
La página web del Gobierno de la Ciudad  muestra un recorrido virtual para poder apreciar la típica casa chorizo de la época y cada detalle que habita en ella. A medida que se va avanzando por las habitaciones se descubre un nuevo secreto. El museo cuenta con una sala de exposiciones temporarias en la que se llevan a cabo muestras relacionadas con la carrera artística de Gardel y el devenir de la música que él terminó por representar.


Ver mapa más grande
El próximo año se cumplirán diez años de la inauguración del museo. El 4 de marzo de 2003 el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires abrió las puertas de este museo completamente restaurado y dedicado a preservar y difundir la memoria del que sin duda es el más reconocido y querido músico popular argentino.  

Tango y colores

Si de tango se trata, no se puede dejar de visitar el barrio de La Boca. Caminito es su calle más famosa y la más colorida de toda la Ciudad. Este lugar vio nacer el 2x4 y la pasión por el fútbol. A pocas cuadras de allí, se encuentra el estadio del Club Atlético Boca Junior.

 

 El motivo por el cual el barrio es tan colorido, se debe a que los vecinos de La Boca no tenían suficiente dinero para comprar pintura para sus casas. Por esta razón optaron por usar el sobrante de esmalte empleado por los barcos del puerto. Así fue como las ventanas quedaron pintadas de un color, la puerta de otro y las paredes de varios.

 

Pero La Boca es mucho más que una fiesta de colores y puestitos que venden recuerdos del lugar. Tiene una movida cultural muy interesante, que no podes dejar de conocer.

 
Ver La Boca en un mapa ampliado

Línea A: el pasado bajo tierra

     Así como Venecia tiene sus góndolas o Londres sus típicos buses rojos de dos pisos, la línea A del subterráneo de la Ciudad de Buenos Aires es una de las más elegidas por los turistas. La arquitectura de sus vagones, la conservación de sus lámparas y butacas de madera hacen de cada viaje un traslado espacial y temporal.
     Desde su inauguración en 1913, durante la presidencia de Roque Saenz Peña,  hasta la actualidad fueron muchas las  remodelaciones que sufrió la linea, que fue la primera de Latinoamérica. Incluso hoy en día se están realizando obras para la apertura de dos nuevas estaciones: San Pedrito y San Jose de Florida.

SUBTE A BUENOS AIRES on Dipity.

     Sus vagones, por sobre todas las cosas, mantienen la antigüedad ya que, con reformas de por medio, siguen siendo la misma serie de coches que llegaron en 1919, finalizada la Segunda Guerra Mundial.

Historia de los vagones del subte Línea A

A pesar de los procesos de modernización aplicados este medio de transporte como la colocación de escaleras mecánicas, ascensores para discapacitados y las instalaciones de sistemas nuevos de ventilación y señalamiento, la linea A no deja de ser, en cada una de paradas, una invitación al pasado de la Ciudad de Buenos Aires por debajo de la tierra. 

Ver Linea A de Subtes de la Ciudad de Buenos Aires en un mapa ampliado

Buenos Aires, tango y café

Un galpón con piso de tierra fue el lugar elegido por un inmigrante italiano, Batista Fazio, para abrir un café: El Rivadavia, en la esquina de la avenida homónima y la calle Rincón. Corría 1890 y el barrio de Balvanera era un hervidero de malevos, jornaleros y payadores.

Esas noches de fin de milenio, a unas cuadras, la "taquería". "Cuenta la leyenda que un viejo comisario, luego de cada robo en la zona, anunciaba que iba a ver a sus angelitos. La ironía fue celebrada por otro inmigrante, esta vez español, Ángel Salgueiro, que luego de comprarlo en 1919, lo bautizó un año después con su nombre actual: Café de los Angelitos", relata Beba Morales, presidenta de su Asociación de Amigos.

Ya para ese momento era un lugar elegido por Carlos Gardel, que solía pedir los jueves la especialidad de la casa, el puchero criollo, y había firmado ahí mismo su primer contrato con el director artístico del sello Odeón, en 1917.

Otro de sus insignes habitúes, Cátulo Castillo, compuso un tango en su honor a fines de la década del 30, poniéndolo en el mapa: “¡Rivadavia y Rincón!... Vieja esquina de la antigua amistad que regresa, coqueteando su gris en la mesa que está meditando en sus noches de ayer.” Su cercanía al Congreso lo volvió atractivo para los diputados socialistas Juan B. Justo y Alfredo Palacios y luego a la bohemia cultural, de la mano de Florencio Parravicini.

En 1992 cerró por el estado en que se encontraba. Fue demolido y reconstruido, bajo un ambicioso proyecto arquitectónico que tomó quince años, devolviéndole su antiguo esplendor. "El Café de los Angelitos fue declarado bar notable en 200chile lo que se buscó mostrar su historia, la que se puede leer en sus paredes amarillo pastel y ver en las fotografías y testimonios de las glorias nacionales del tango, el cine y el deporte" sostienen desde la Asociación, como una manera de rescatar los años de olvido en una ciudad donde el mantenimiento del patrimonio histórico parece no ser un tema crítico para ninguna gestión.

Sobre estas mismas baldosas españolas, sillas y mesas de madera color caoba, decoradas con cuero verde unas y con mármoles jaspeados las otras, sirvieron de oficina a Gardel. Arriba, una araña de cristales descansa sobre la estructura circular del cielorraso, coronando la escena.

La puerta de ingreso vidriada con apliques dorados y los inmensos ventanales pintados con figuras de querubines permiten apreciar desde el centro del salón el incesante tráfico y los miles de peatones que circulan por la mítica esquina.

Una notebook y un velador de principios del siglo pasado conviven hoy en la barra del café, sobre la que los malevos lloraron sus penas de amor. Dos palcos con sillas, micrófonos y un vitreaux que reproduce una escena de tango, presumen de tiempos en los que los cantores lo hacían en vivo, con la única compañía de su guitarrista, o en las que el público se deleitaba con la orquesta de señoritas: el acordeón de Juanita Cacace o la voz de Tita Merello.

Al costado de la barra, el ingreso a la cocina, con sus puertas vaivén y, en la cadencia de su abrir y cerrar, un regimiento de cocineros y mozos, devuelven al comensal la esperanza de volver a sentir el olor de la comida preparada por las abuelas.

El salón contiguo, envuelto en un cortinado de pana color borravino, separa los ambientes: el café del comedor, con su piso de madera lustrosa, para los tiempos aquellos donde se bailaba milonga, bajo el techo de madera y destellos de vidrio.

Ya no es el mismo de antes, el tiempo fue inclemente con el viejo galpón, pero si se afina el oído, que el ruido de las máquinas de café, y su aroma, ensordece, aún se puede escuchar: “Y en el dulce rincón que era mío, su cansancio la vida bosteza, porque nadie me llama a la mesa de ayer. Porque todo es ausencia y adiós”.

El sabor del encuentro en la Munich

Alejado y escondido entre la arboleda, difícil de encontrar, el Edificio de la ex Cervecería Munich, sede de la Dirección General de Museos (Av. de los Italianos 851, Puerto Madero), tiene las puertas abiertas para que los visitantes puedan contemplar la gran cantidad de exposiciones que se llevan a cabo para difundir e incrementar las actividades culturales. Es un edificio antiguo e imponentes con balcones enormes. Los pisos y las mesas añejos remontan a los años tangueros de Buenos Aires. Camino a la sala del subsuelo, donde esta expuesta la muestra de Quilmes, la cual hoy tiene protagonismo en Baires Turismo, hay otra exhibición, en este caso es sobre la historia de las calesitas, lo que obliga a zigzaguear por caballitos, tazas y un Dumbo que a cualquiera lo transporta hacia su infancia más lejana. La sala de la cerveza, intencional o casualmente, es de tono sepia y los afiches y fotos en la pared iluminan el ambiente. Cada pieza exhibida es original y pertenece a la colección de socios del Club Argentino de Coleccionistas de Cerveza y Gaseosas. “Así es: para deleite suyo y de toda su familia, envasamos la famosa cerveza fresca Quilmas en botella de un litro”, decía la publicidad del Diario El Mundo del año 1936 que ocupaba casi una página entera promocionando el lanzamiento del nuevo envase y con la imagen de una familia feliz consumiendo el producto. En 1928 se realizó un calendario completo haciendo referencia a las cuatro estaciones y la compañía fiel de la cerveza en cada una de ellas. No importaba ni el frío ni el calor, cualquier temperatura era apta para disfrutar de una Quilmes. En este calendario participaron los cuatro mejores diseñadores gráficos del momento: Lucien Achilles Mauzán, Julio Málaga Grenet, Francisco Vidal Quera y Humberto Marchisio. La moda Pin-up y la mujer de los años 30 era la imagen en ese entonces. Las gráficas de las publicidades representaban mujeres rebeldes, al mejor estilo charlestón, fumando con guantes de raso largos hasta los codos y enigmáticos labios rojos. Estos las hacia sensuales y provocativas y llamaban la atención del público femenino que intentaba imitarlas tomando cerveza. En el período de 1939-1945 las publicidades gráficas fueron influenciadas por las divas del cine de Hollywood, como Betty Davis o Greta Garbo. En 1939, se estrenó "Lo que el Viento se Llevó", un clásico de clásicos. En ese entonces el cine americano estaba en puro auge como las pantallas para abanicarse que usaban las señoras con las fotos de las estrellas diseñadas por Vidal Quera. Un afiche original firmado por Mirabelli con una mujer morena vestida de dorado representa la nueva Quilmes Bock. “Aumenta la vitalidad – Hace a los pueblos vigorosos” era el lema de uno de los afiches más grandes y representativos de la linea Cristal. Mientras que hoy la ciudad esta repleta de cartelerías inmensas y los anuncios por Internet circulan minuto a minuto en 1923 los carteles publicitarios estaban ilustrados sobre chapa esmaltada y era notorio el trabajo manual que llevaba. Gracias al desarrollo de los medios de comunicación, en especial a los medios gráficos, a comienzos del siglo XX, las publicidades empiezan a incentivar al público con recurso persuasivo con el fin de motivar la compra de productos En la actualidad es la cerveza más famosa del país. Se convirtió en el Sponsor Oficial de la Selección Argentina y es la creadora de los mejores comerciales de TV. Fue la primera cerveza sin alcohol del país, para más tarde ser la precursora del mercado con el lanzamiento de su versión light. Pero lo más importante es que sinónimo de amistad como su slogan lo afirma: Quilmes, el sabor del encuentro.

Hoy, comida china

Cada semana el barrio chino de Belgrano convoca a miles de personas que pasean por sus escasas cuadras en busca de algo distinto de lo que se encuentra en todos lados. Sobre todo a la hora de comer.

Arrinconado entre las calles Blanco Encalada, Arribeños, Liberador y Juramento, el barrio vende productos orientales occidentalizados, una buena forma de hacer más amigable el acercamiento de una cultura tan distinta a la nuestra.

Entre todos los locales que hay, en los que se vende ropa autóctona china, masajeadores, utensillos de cocina y adornos orientales para la casa, los supermercados son la principal atracción. Sobre Arribeños, la calle estrella del barrio, se puede observar más de uno por cuadra. “A la hora de comprar, el pescado y el cerdo son los favoritos”, dice Diana Chen, una taiwanesas que realiza visitas guiadas por el barrio con un enfoque gastronómico. No solo se llevan la clásica merluza y el salmón rosado, sino que también se aprovechan todos los mariscos, incluso cangrejos.
Además, estos supermercados ofrecen una gran variedad de alimentos naturales y orgánicos, como semillas, hongos, cereales y especias. “ Casa China es el lugar indicado para este tipo de productos", cuenta Chen, y afirma que muchos porteños aprovechan que todavía se encuentran marcas importadas en las góndolas.

Los pequeños negocios con ventanillas a la calle que venden “brochettes” de todo tipo son otra curiosidad del barrio. Por aproximadamente $15 se puede conseguir tempura de maricos y verdura, de merluza, de langostinos fritos, buñuelos de ostras y albóndigas de lenguado. A simple vista puede pensarse que nadie se anima a probar estos platos, sin embargo se forman largas colas para hacer su pedido.

Por supuesto los restaurantes de comida china no faltan en estas calles. La gran mayoría presentan los típicos platos chinos elegidos por los argentinos (chop suey, Chow fan, Chow mien) pero también algunos más osados para los que se animan a probar algo diferente: pato laqueado y cerdo al bambú, por ejemplo. Los valores varían en cada local. Se puede comer por 40 pesos por persona o por más de 120.

“El barrio cada día tiene más ofertas de comidas y productos de diferentes culturas. Es un paseo diferente y una manera de hacer miniturismo por la ciudad.”, sostiene Chen.

A modo de recomendación: si quieren aprovechar más del paseo y no chocarse con los demás en los negocios, es mejor ir por la mañana, y mejor aún si es un sábado.

Buenos Aires encabeza el turismo de reuniones

Por arriba de Rio de Janeiro, San Pablo y Santiago de Chile, Buenos Aires lidera el ranking de ciudades elegidas de América del Sur para turismo de reuniones, según International Congress and Convention Association. HernánLombardi, Presidente del Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires, confirmó que durante 2011 "esta nueva modalidad turística movilizó más de cinco millones de asistentes, tantonacionales y extranjeros, consolidando a Buenos Aires como sede de eventos, ferias y convenciones”. Lugares llamativos donde se desarrolló el turismo de reuniones como el barco Madero Mystic, ubicado en Puerto Madero, o la Usina del Arte, en La Boca, fueron la revelación.

Los turistas extranjeros encuestados permanecieron en el país un promedio de ocho noches, de las cuales siete las dedicaron exclusivamente a Buenos Aires, casi un 88 por ciento delviaje. Además, gastaron un promedio diario de 283 dólares, un 45 por ciento de los 156 gastados por aquellos cuyo motivo de viaje fueron ocio o vacaciones. Esto demuestra la importancia del turismo de reuniones como movilizador de miles de personas y divisas en todo el mundo.

Como era de esperarse, hoteles como el Hilton o Sheraton Hotel and Convention Center fueron las locaciones más elegidas llevándose a cabo el 42 por ciento delos eventos a diferencia de los predios feriales donde se realizaron el 26. Desde el Ente aseguraron que La Rural fue el lugar donde más ferias y exposiciones se desarrollaron. Los salones o sedes de asociaciones alcanzaron el 18 por ciento y los centros culturales, como el Centro Cultural Borges, se quedaron con el 5 de la totalidad de los eventos del año pasado.

Por último, Lombardi revelóproyectos de la gestión porteña que cambiarían a la industria de eventos: lareformulación del Centro de Exposiciones de la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Recoleta, como unPalacio de Congresos. Paralelamente, se encuentran trabajando en la idea de construir un nuevo predio ferial -semejante al de La Rural- frente al Parque de la Ciudad, ubicado en el barrio de Villa Soldati.

Nuevas tendencias en locaciones para eventos

Silvia Weber, miembro de la Gerencia Operativa de Estrategias de Mercado del Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires, dio a conocer algunos de los predios más llamativos que se utilizaron para la realización de convenciones, ferias y convenciones durante el 2011. Entre ellos se destacan un barco anclado en Puerto Madero, la zona fabril de Barracas, entre otros.

La arquitectura de la Usina del Arte, ubicada en el barrio de La Boca, llama la atención ya que, originalmente, el edificio había sido diseñado para alojar una super usina de la Compañía Ítalo-Argentina de Electricidad hace casi cien años atrás. Cuenta con una sala para conciertos filarmónicos para 1200 personas y con un espacio central para eventos. A la lista de lugares exóticos se suma el Madero Mystic, un barco amarrado en el corazón de Puerto Madero que ya contó con cientos de eventos sociales y exposiciones de arte contemporáneo el año pasado. El centro posee en la planta baja una terraza a centímetros del agua y con una gran vista de la ciudad.

El edificio Molina Ciudad (ex fábrica Alpargatas) también figura entre los elegidos y contribuye al resurgimiento de zona sur que esta llevando a cabo el Gobierno porteño. Lo mismo ocurre con la zona fabril de Barracas: "En este área hay una nueva tendencia y es la de transformarse en una zona de diseño y exposiciones; y ya se han realizado eventos de gran convocatoria", aseguró Weber.

Editorial

Sudamérica, Argentina, Buenos Aires. Monumentos históricos se entrecruzan con grupos urbanos de los más variados. Su cultura recorre todo el mundo y, a la vez, miles de turistas la eligen para conocer día a día.
Generalmente, sus recorridos se limitan a lo clásico, a lo superficial, a lo que dicen todas las agencias de viaje.
Por eso en este blog te mostramos la otra cara de la metrópoli con la última información para que tus días en Buenos Aires se llenen de significado y los encuentres únicos.